Lo que pretendía ser una visita para esclarecer mi futuro universitario, me dejó aún más confuso. Ahora sé que hay miles de ingenierías, y que la ingeniería mecánica no era lo que yo esperaba: sus salidas son más lejos de los motores de lo que esperaba.
Tras recoger tantos folletos como ingenierías y acudir a una charla de lo menos interesante, lo mejor que pude hacer en la mañana fue ver la facultad de Ingeniería Informática (gracias al amigo Rubén).
Al fin, con la mente más relajada en casa, pude ojear los folletos, de los cuales más de la mitad fueron descartados casi automáticamente.
Viendo las asignaturas y las salidas, mi opción principal en este momento es Ingeniería Industrial, que pretende formar (o al menos así lo entendí yo) a profesionales capaces de resolver cualquier problema técnico que surja.
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